viernes, 21 de diciembre de 2012

Felices Fiestas

 
Mis mejores deseos para estas fiestas navideñas no han sufrido recortes y reformas, por lo que espero que las celebréis en la mejor compañía y deseando que este año 2013 que se avecina sea una oportunidad de cambio positivo para tod@s.
A pesar de las circunstancias siempre hay esperanza en el mañana, siempre hay el calor humano de alguien que está cerca, siempre hay un recuerdo que aviva la llama de la ilusión, siempre estaremos nosotros mismos al timón de nuestras vidas.
Felices Fiestas y un próspero Año Nuevo 2013.
 
 
 
 


jueves, 20 de diciembre de 2012

21 de diciembre...fun...fun...fun

 
 

Quería hacer tantas cosas en estas fiestas navideñas y todo al carajo por culpa de los dichosos mayas que han venido a aguarnos la fiesta, nunca mejor dicho. Todos los deseos y objetivos del próximo año quedarán aparcados para siempre en la memoria histórica. Y es que los humanos no somos planificadores, vivimos al día y así nos va. Al igual que la crisis económica nos vino de lleno, sin apenas tiempo para planificar su llegada y para paliar sus efectos, lo mismo nos ha pasado con el fin del mundo; y eso que es una profecía de muchos años atrás y que las redes sociales y medios de comunicación se han encargado de publicitar hasta la saciedad.
Esa manía nuestra de vivir al límite, siempre cerca del precipicio y con la adrenalina a tope. Al menos los españoles, tenemos la suerte de que estamos acostumbrados en los últimos tiempos a las emociones fuertes con lo que nos enfrentamos con mayor sosiego y cotidianeidad a este fin anunciado.
No aprendemos. En vez de prepararnos para el final, celebrando, por ejemplo, la navidad en esta noche para amanecer todos en familia el día 21 de diciembre cantando villancicos y recordando navidades pasadas, nada; a gastar en regalos y cenas para días posteriores que quedarán en el olvido de la hecatombe.
Estamos en manos del destino…así que toca esperar a ver si, como en la película de James Bond, “Mañana será otro día”. Al menos hay una esperanza. Si hemos sobrevivido a un año con Rajoy y sus reformas y recortes, quizás tengamos una oportunidad.
 
 
 
 


viernes, 14 de diciembre de 2012

Mi navidad

 
 
Se acercó la Navidad sigilosa y, pese a que la situación no anima a mucha barbarie consumista ni ánimos parranderos, la gente sale de los centros comerciales con bolsas en la mano, los reyes y los noeles rojos cuelgan de los balcones, y las terrazas se llenan de corazones alegres. Quizás sea porque la navidad es un sentimiento que al igual que la hiedra trepa por nuestros corazones y sin apenas darte cuenta te invade en silencio tiñendo de rojo los rincones de nuestra alma.
Este año es especial por muchas razones personales para mí, tengo a los míos juntos todos por vez primera, inclusive aquellos que, como el turrón, vuelven a casa por navidad. El fin de año quemaré en una hoguera virtual los infortunios económicos de éste, las tristezas y pesares, los problemas pequeños y grandes que nos agobia en el acontecer diario y todas aquellas cosas que pesan en la balanza de lo negativo para desde el minuto 1 del 2013 poner todo el tesón en salir airoso de las circunstancias que la vida, con la ayuda inestimable de Rajoy, nos ha dado y que ni el contexto personal o general pueda cambiar un ápice el camino marcado y las metas propuestas.
Me declaro optimista ante el futuro, procuro disfrutar de las pequeñeces del día a día, vivir la vida en presente dejando que el futuro se muestre sereno cuando lleguemos a su encuentro donde se nos hará presente igualmente; vivir, que no es sólo convivir, con las personas que nos rodea y que hemos elegido para que nos acompañe en nuestro camino y disfrutar de ellas y con ellas en nuestro paseo terrenal.
Ya estoy disfrutando de la navidad, mientras escribiendo estas letras, oigo de fondo un cd de villancicos cuya música parece coordinada con las luces del árbol de navidad que refleja sus luminarias en los adornos del salón. Ahora mismo estoy solo en casa, imaginándola en breves fechas llena de las sonrisas de la gente que quiero y de los recuerdos de aquellas que marcharon antes de tiempo.
La Navidad es un estado de la mente, mucho más allá de la explotación comercial que sin desdeñarla – yo mismo disfruto eligiendo regalos para la gente que aprecio – no es la única variante de esta época del año.
Disfrutemos, vivamos y sintámonos vivos.


martes, 11 de diciembre de 2012

Políticos y ciudadanía

 
 
 
Estuve el otro día en Infecar, visitando la Feria de Artesanía que por estas fechas se instala en el recinto ferial y disfrutando de la maravillosa artesanía que tenemos en Canarias y como se ha ido abriendo ésta al diseño tanto en moda como en complementos, marroquinería, joyería y decoración. Más de cien stands muy bien presentados y con un abanico extenso para el regalo propio de estas fechas con toques originales y precios competitivos.
No obstante, me llamó la atención encontrarnos en nuestro camino de un pabellón a otro a una procesión de personajes que a modo de "santa compaña" de día caminaban entre el tumulto de gente enredados en sus diálogos internos como si salieran de otra dimensión. Era una veintena de personas con guardia de seguridad incluida que caminaban entre la multitud sin mirar a la gente que encontraba a su paso, que terminado su autobombo publicitario en la inauguración de la feria y después de repartir sonrisas forzadas y admiraciones protocolarias por los stands se dirigían a la salida haciendo caso obvio a toda esas personas que tenían que apartarse para su formal puesta en escena.
Era un ejemplo práctico y viviente de la desoladora separación entre la política y los políticos y la sociedad que los ha puesto en ese lugar. Los observábamos dese una atalaya privilegiada como algunos se mostraban enfrascados en conversaciones entre ellos mientras otros estaban fuera de lugar y sólo seguían a la manada. y me preguntaba si era necesario el guardia de seguridad pretoriano que les acompañaba. Acaso era un símbolo del distanciamiento y la separación o sólo el guía que les mostraba el camino, aunque para eso ya estaba el presidente del recinto ferial, rescatado de las mazmorras de la política.
Mientras, la gente seguía a lo suyo: admirando los stands, viendo el teatro costumbrista de calle de un grupo maravilloso de la tercera edad en el patio de entrada o disfrutando del tibio calor de la mañana, eso sí, profiriendo algunos comentarios entre jocosos e indignados que no voy a reproducir.
            Llevamos ya un tiempo en que la clase política está alejada de la realidad: recortes y reformas hacia abajo sin que las prebendas de arriba se recorten por igual, futuros diferentes en función del puesto, discusiones y peleas teóricas cuando en lo esencial no se ponen de acuerdo…y así hasta el infinito.  Pensemos que esa misma hilera de personas que ahora van a lo suyo, cuando las urnas nos reclame de nuevo, harán el mismo paseíllo pero abordando nuestra intimidad con sus sonrisas de hojalata, sus manos manchadas de culpa y sus miradas que esconden intenciones.
            El tiempo pasa y no hay reacción y me temo que cuando lo hagan será demasiado tarde; el trayecto entre ellos y nosotros será muy grande para ser caminado y no seremos los ciudadanos los que tengamos que avanzar hacia el encuentro.


lunes, 3 de diciembre de 2012

Reflexionar con Walt Whitman

 
 
Aunque la autoría de este poema es controvertida, se le ha atribuido al poeta estadounidense desde siempre. En cualquier caso, la reflexión del mismo es obligatoria.

No te detengas
 
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...