martes, 29 de mayo de 2018

Poesía: Nicolás Estebanez

La patria

La patria es una peña,
la patria es una roca,
la patria es una fuente,
la patria es una senda y una choza.

Mi patria no es el mundo;
mi patria no es Europa;
mi patria es de un almendro
la dulce, fresca, inolvidable sombra.

A veces por el mundo
con mi dolor a solas
recuerdo de mi patria
las rosadas, espléndidas auroras.

A veces con delicia
mi corazón evoca,
mi almendro de la infancia,
de mi patria las peñas y las rocas.

Y olvido muchas veces
del mundo las zozobras,
pensando de las islas
en los montes, las playas y las olas.

A mí no me entusiasman
ridículas utópias,
ni hazañas infecundas
de la razón afrenta, y de la Historia.

Ni en los Estados pienso
que duran breves horas,
cual duran en la vida
de los mortales las mezquinas obras.

A mí no me conmueven
inútiles memorias,
de pueblos que pasaron
en épocas sangrientas y remotas.

La sangre de mis venas,
a mí no se me importa
que venga del Egipto
o de la razas célticas y godas.

Mi espíritu es isleño
como las patrias rocas,
y vivirá cual ellas
hasta que el mar inunde aquellas costas.

La patria es una fuente,
la patria es una roca,
la patria es una cumbre,
la patria es una senda y una choza.

La patria es el espíritu,
la patria es la memoria,
la patria es una cuna,
la patria es una ermita y una fosa.

Mi espíritu es isleño
como las patrias costas,
donde la mar se estrella
en espumas rompiéndose y en notas.

Mi patria es una isla,
mi patria es una roca,
mi espíritu es isleño
como los riscos donde vi la aurora.

    ( Nicolás Estébanez )

viernes, 25 de mayo de 2018

Fotografía: ecosistemas en Isla de Lobos

Poesía: Federico García Lorca

Elegía del silencio

Silencio, ¿dónde llevas
tu cristal empañado
de risas, de palabras
y sollozos del árbol?
¿Cómo limpias, silencio,
el rocío del canto
y las manchas sonoras
que los mares lejanos
dejan sobre la albura
serena de tu manto?
¿Quién cierra tus heridas
cuando sobre los campos
alguna vieja noria
clava su lento dardo
en tu cristal inmenso?
¿Dónde vas si al ocaso
te hieren las campanas
y quiebran tu remanso
las bandadas de coplas
y el gran rumor dorado
que cae sobre los montes
azules sollozando?

El aire del invierno
hace tu azul pedazos,
y troncha tus florestas
el lamentar callado
de alguna fuente fría.
Donde posas tus manos,
la espina de la risa
o el caluroso hachazo
de la pasión encuentras.
Si te vas a los astros,
el zumbido solemne
de los azules pájaros
quiebra el gran equilibrio
de tu escondido cráneo.
Huyendo del sonido
eres sonido mismo,
espectro de armonía,
humo de grito y canto.
Vienes para decirnos
en las noches oscuras
la palabra infinita
sin aliento y sin labios.

Taladrado de estrellas
y maduro de música,
¿dónde llevas, silencio,
tu dolor extrahumano,
dolor de estar cautivo
en la araña melódica,
ciego ya para siempre
tu manantial sagrado?

Hoy arrastran tus ondas
turbias de pensamiento
la ceniza sonora
y el dolor del antaño.
Los ecos de los gritos
que por siempre se fueron.
El estruendo remoto
del mar, momificado.

Si Jehová se ha dormido
sube al trono brillante,
quiébrale en su cabeza
un lucero apagado,
y acaba seriamente
con la música eterna,
la armonía sonora
de luz, y mientras tanto,
vuelve a tu manantial,
donde en la noche eterna,
antes que Dios y el tiempo,
manabas sosegado.

jueves, 24 de mayo de 2018

Reflexión

El camino está siempre marcado, pero no en un sentido fatalista. Cada instante, con la respiración, con la mirada, y con los días que se repiten, uno tras otro, se va decidiendo espontáneamente. "Kitchen" (1988), Banana Yoshimoto

martes, 22 de mayo de 2018

Frases: Millor Fernandes

Es imposible explicar cuáles son las preferencia humanas. A pesar de ser de la misma materia y ambos bellísimos, (a cuál de ellos más bello), el sol al atardecer siempre ha tenido más público que aquel astro que surge al amanecer.

lunes, 21 de mayo de 2018

Frases: Albert Schweitzer

Los años arrugan la piel, pero renunciar al entusiasmo arruga el alma.

Reflexionar con José Saramago

¿ Qué cuántos años tengo?

Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa.
¿Qué cuántos años tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas…
Valen mucho más que eso.
¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta!
Lo que importa es la edad que siento.
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.
¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.

miércoles, 16 de mayo de 2018

Frases: Tom Wolfe

En la percepción ordinaria, los sentidos envían una abrumadora oleada de información al cerebro, que el cerebro filtra y reduce a un mero hilillo que puede controlar y manejar a fin de sobrevivir en un mundo enormemente competitivo.

    

Fotografía: Barrancos de Fuerteventura

martes, 15 de mayo de 2018

Reflexionar con Isadora Duncan

Había conocido en mi vida a los más grandes artistas y a la gente más culta y triunfadora, pero ninguno de ellos era feliz, aunque algunos lo simularan. Detrás de la máscara podía adivinarse, sin mucha clarividencia, la misma angustia y el mismo padecimiento. Y es que en este mundo no existe quizá la dicha. No hay sino momentos felices.

jueves, 10 de mayo de 2018

Frases: Pérez Galdós

Nadie encuentra completa dicha en este mísero mundo, y que es rarísimo hallar dos caracteres en completo acomodo y compenetración dentro de la jaula del matrimonio, pues el diablo o la sociedad o Dios mismo desconciertan y cambian las parejas para que todos rabien, y todos, cada cual en su jaula, hagan méritos para la gloria eterna.

Poesía: Jorge Luis Borges

La espera

Antes que suene el presuroso timbre

y abran la puerta y entres, oh esperada

por la ansiedad, el universo tiene

que haber ejecutado una infinita

serie de actos concretos. Nadie puede

computar ese vértigo, la cifra

de lo que multiplican los espejos,

de sombras que se alargan y regresan,

de pasos que divergen y convergen.

La arena no sabría numerarlos.

(En mi pecho, el reloj de sangre mide

el temeroso tiempo de la espera.)

 

Antes que llegues,

un monje tiene que soñar con un ancla,

un tigre tiene que morir en Sumatra,

nueve hombres tienen que morir en Borneo.

miércoles, 9 de mayo de 2018

Frases: Joseph Eugene Stiglitz

Europa también tiene sus problemas, provocados principalmente por el hecho de que los países se unieron a fin de crear una unión monetaria sin tomar las oportunas medidas políticas e institucionales para que esa unión funcionara, y van a tener que pagar un elevado precio por ese fracaso.

      

domingo, 6 de mayo de 2018

Poesía: Alfredo Espino

Las manos de mi madre

Manos las de mi madre, tan acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.
¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman,
las que todo prodigan y nada me reclaman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan en ellas!

Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustias
son dos milagros blancos apaciguando angustias!
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades.

Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;
¡Son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
aprended de blancuras en las manos maternas).

Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡Las manos maternales aquí en mi pecho son
como dos alas quietas sobre mi corazón!
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!

( Alfredo Espino )

sábado, 5 de mayo de 2018

Poesía: Miguel de Unamuno

¡Dime qué dices, mar!

¡Dime qué dices, mar, qué dices, dime! 
Pero no me lo digas; tus cantares 
son, con el coro de tus varios mares, 
una voz sola que cantando gime. 

Ese mero gemido nos redime 
de la letra fatal, y sus pesares, 
bajo el oleaje de nuestros azares, 
el secreto secreto nos oprime. 

La sinrazón de nuestra suerte abona,
calla la culpa y danos el castigo; 
la vida al que nació no le perdona; 

de esta enorme injusticia sé testigo, 
que así mi canto con tu canto entona, 
y no me digas lo que no te digo.

viernes, 4 de mayo de 2018

Poesía: Josefina Plá

Sueño de sueños

Secreta noche herida de menguante
cae donde no hay agua ni tierra.
Marcha a cortar el filo de la luna,
mis raíces, que están donde no estuve.

...Traerán mi corazón, negra violeta
que se durmió en la orilla de otro sueño.
Lo he de llamar y no sabrá su nombre.
Me ha de cantar, y no he de comprenderle.

Y llevaré, camino en mediodía
de veinte cielos con opuestos soles,
mi angustia en veinte voces sin mi sangre.

He de llorar mil años sin mi llanto
y he de dormir mil años sin mis ojos
noche con veinte pétalos de luna.