viernes, 31 de mayo de 2024
martes, 28 de mayo de 2024
Reflexionar con Marco Aurelio
Cuando por la mañana salga el sol, recordaré que: tropezaré con algún inoportuno, con alguien ingrato, con algún insolente, un mentiroso, un envidioso, un egoísta.
Todos estos vicios les sobrevinieron por ignorancia de lo que es bueno y lo que es malo. Pero yo, habiendo observado que la naturaleza del bien es lo bello, y que la del mal es lo mezquino y, que la condición misma del que comete un error es tal que no deja de ser de los míos, compartiendo el potencial de la razón y siendo una parte divina del todo en el orden natural y que además, nada de lo que haga puede afectarme, porque nadie puede mancharme con su bajeza.
Entonces, tampoco podría enojarme contra mi prójimo ni aborrecerle, porque hemos nacido para trabajar en conjunto; como lo hacen los pies, las manos, los párpados, y las dos filas de dientes— la inferior y la superior. Actuar, pues, como adversarios los unos con los otros es ir en contra del orden natural. Y, ¿no son acaso el enojo y el rechazo una forma de mezquindad?.
lunes, 20 de mayo de 2024
viernes, 17 de mayo de 2024
lunes, 13 de mayo de 2024
martes, 7 de mayo de 2024
Cuento japonés: la taza de té
Un profesor visitó a un anciano muy sabio con la intención de aprender de su conocimiento.
El viejo le abrió la puerta y, enseguida, el profesor comenzó a platicar de todo aquello que ya sabía.
El anciano escuchaba atento y el profesor no paraba de hablar intentando sorprender al sabio con su conocimiento.
—¿Tomamos un té?— interrumpió el maestro zen.
—¡Claro! ¡Fantástico!— dijo el profesor.
El maestro empezó a llenar la taza del profesor y, cuando se había llenado, no paró. El té comenzó a salirse de la taza.
—¿Qué haces?— le dijo el profesor— ¿No ves que la taza ya está llena?
El sabio respondió muy calmado, ilustrando la situación:
—Al igual que ocurre con la taza, tú estás lleno de tus propias opiniones, sabiduría y creencias.
Si quieres aprender algo nuevo, primero tendrás que vaciarte de ellas.
El viejo le abrió la puerta y, enseguida, el profesor comenzó a platicar de todo aquello que ya sabía.
El anciano escuchaba atento y el profesor no paraba de hablar intentando sorprender al sabio con su conocimiento.
—¿Tomamos un té?— interrumpió el maestro zen.
—¡Claro! ¡Fantástico!— dijo el profesor.
El maestro empezó a llenar la taza del profesor y, cuando se había llenado, no paró. El té comenzó a salirse de la taza.
—¿Qué haces?— le dijo el profesor— ¿No ves que la taza ya está llena?
El sabio respondió muy calmado, ilustrando la situación:
—Al igual que ocurre con la taza, tú estás lleno de tus propias opiniones, sabiduría y creencias.
Si quieres aprender algo nuevo, primero tendrás que vaciarte de ellas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)