Retazos de interior
Aurelio Oramas Tejera @aurelioramas
viernes, 17 de mayo de 2024
lunes, 13 de mayo de 2024
martes, 7 de mayo de 2024
Cuento japonés: la taza de té
Un profesor visitó a un anciano muy sabio con la intención de aprender de su conocimiento.
El viejo le abrió la puerta y, enseguida, el profesor comenzó a platicar de todo aquello que ya sabía.
El anciano escuchaba atento y el profesor no paraba de hablar intentando sorprender al sabio con su conocimiento.
—¿Tomamos un té?— interrumpió el maestro zen.
—¡Claro! ¡Fantástico!— dijo el profesor.
El maestro empezó a llenar la taza del profesor y, cuando se había llenado, no paró. El té comenzó a salirse de la taza.
—¿Qué haces?— le dijo el profesor— ¿No ves que la taza ya está llena?
El sabio respondió muy calmado, ilustrando la situación:
—Al igual que ocurre con la taza, tú estás lleno de tus propias opiniones, sabiduría y creencias.
Si quieres aprender algo nuevo, primero tendrás que vaciarte de ellas.
El viejo le abrió la puerta y, enseguida, el profesor comenzó a platicar de todo aquello que ya sabía.
El anciano escuchaba atento y el profesor no paraba de hablar intentando sorprender al sabio con su conocimiento.
—¿Tomamos un té?— interrumpió el maestro zen.
—¡Claro! ¡Fantástico!— dijo el profesor.
El maestro empezó a llenar la taza del profesor y, cuando se había llenado, no paró. El té comenzó a salirse de la taza.
—¿Qué haces?— le dijo el profesor— ¿No ves que la taza ya está llena?
El sabio respondió muy calmado, ilustrando la situación:
—Al igual que ocurre con la taza, tú estás lleno de tus propias opiniones, sabiduría y creencias.
Si quieres aprender algo nuevo, primero tendrás que vaciarte de ellas.
martes, 30 de abril de 2024
viernes, 26 de abril de 2024
Cuento: la gallina de los Huevos de oro (Esopo)
Un granjero tenía una gallina que, cada día, ponía un huevo de oro. Un día, pensando que encontraría dentro de ella una gran cantidad de oro, la mató.
Al abrirla, vio que por dentro no tenía nada, era igual que el resto de gallinas de su especie. De modo que, por ser impaciente y querer conseguir más abundancia, acabó el mismo con las riquezas que la gallina le daba.
Al abrirla, vio que por dentro no tenía nada, era igual que el resto de gallinas de su especie. De modo que, por ser impaciente y querer conseguir más abundancia, acabó el mismo con las riquezas que la gallina le daba.
viernes, 19 de abril de 2024
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