viernes, 30 de diciembre de 2016
martes, 27 de diciembre de 2016
Cuento de Navidad de Paulo Coelho
Cuenta una leyenda que, en el país que hoy conocemos como Austria, era costumbre que la familia Burkhard (compuesta por un hombre, una mujer y un niño) animase las ferias navideñas recitando poesías, cantando baladas de antiguos trovadores, y haciendo malabarismos que divertían a todo el mundo. Por supuesto, nunca sobraba dinero para comprar regalos, pero el hombre siempre le decía a su hijo:
-¿Tú sabes por qué el saco de Papá Noel nunca termina de vaciarse, con la de niños que hay en el mundo? Pues porque, aunque está lleno de juguetes, a veces también deben entregarse algunas cosas más importantes, que son los llamados “regalos invisibles”�. A un hogar dividido, él lleva armonía y paz en la noche más santa del año cristiano. Donde falta amor, él deposita una semilla de fe en el corazón de los niños. Donde el futuro parece negro e incierto, él lleva la esperanza. En nuestro caso, cuando Papá Noel nos viene a visitar, al día siguiente todos nos sentimos contentos por continuar vivos y por poder realizar nuestra trabajo, que es el de alegrar a las personas. Que esto nunca se te olvide.
Pasó el tiempo, el niño se transformó en un muchacho, y cierto día la familia pasó por delante de la imponente abadía de Melk, que acababa de ser construida.El joven Buckhard queria quedarse alli. Los padres comprendieron y respetaron su deseo. Llamaron a la puerta del convento, que aceptaron al joven Buckhard como novicio.
Llegó la víspera de la Navidad y, justamente ese día, se obró en Melk un milagro muy especial: Nuestra Señora, llevando al Niño Jesús en brazos, decidió bajar a la Tierra para visitar el monasterio.
Sin poder disimular su orgullo, todos los religiosos hicieron una gran fila, y cada uno de ellos se iba postrando ante la Virgen, procurando homenajear a la Madre y al Niño.
Al final de la fila, el joven Buckhard aguardaba ansioso. Sus padres eran personas simples, y sólo le habían enseñado a lanzar bolas a lo alto para hacer con ellas algunos malabares.
Cuando le tocó el turno, los otros religiosos querían poner fin a los homenajes, pues el antiguo malabarista no tenía nada importante que decir, y podría dañar la imagen del convento. Sin embargo, también él sentía en lo más hondo una fuerte necesidad de ofrecerles a Jesús y a la Virgen algo de sí mismo.
Avergonzado, sintiendo la mirada recriminatoria de sus hermanos, se sacó algunas naranjas de los bolsillos y comenzó a arrojarlas hacia arriba para atraparlas a continuación, creando un bonito círculo en el aire.
Fue sólo entonces cuando el Niño Jesús empezó a aplaudir de alegría en el regazo de Nuestra Señora. Y fue sólo a este muchacho a quien la Virgen María le extendió los brazos y le permitió sostener durante un tiempo al Niño, que no dejaba de sonreír.
lunes, 26 de diciembre de 2016
El miedo según Galeano
“El miedo amenaza:
Si usted ama tendrá sida.
Si fuma tendrá cáncer.
Si respira tendrá contaminación.
Si bebe tendrá accidentes.
Si come tendrá colesterol.
Si habla tendrá desempleo.
Si camina tendrá violencia.
Si piensa tendrá angustia.
Si duda tendrá locura.
Si siente tendrá soledad...
Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.
Los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.
Quien no tiene miedo al hambre,
tiene miedo a la comida.
Los automovilistas tienen miedo de caminar
y los peatones tienen miedo de ser atropellados.
La democracia tiene miedo de recordar
y el lenguaje miedo de decir.
Los civiles tienen miedo a los militares,
los militares tienen miedo a la falta de armas,
las armas tienen miedo a la falta de guerras.
Es el tiempo del miedo.
Miedo de la mujer a la violencia del hombre
y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
Miedo a los ladrones,
miedo a la policía.
Miedo a la puerta sin cerradura,
al tiempo sin relojes,
al niño sin televisión,
miedo a la noche sin pastillas para dormir
y miedo al día sin pastillas para despertar.
Miedo a la multitud,
miedo a la soledad,
miedo a lo que fue
y a lo que puede ser,
miedo de morir,
miedo de vivir…”
(Eduardo Galeano)
viernes, 23 de diciembre de 2016
Poesía: Nicanor Parra
Último brindis
Lo queramos o no
Sólo tenemos tres alternativas:
El ayer, el presente y el mañana
Y ni siquiera tres
Porque como dice el filósofo
El ayer es ayer
Nos pertenece sólo en el recuerdo:
A la rosa que ya se deshojó
No se le puede sacar otro pétaloLas cartas por jugar
Son solamente dos:
El presente y el día de mañana
Y ni siquiera dos
Porque es un hecho bien establecido
Que el presente no existe
Sino en la medida en que se hace pasado
Y ya pasó...
como la juventud.En resumidas cuentas
sólo nos va quedando el mañana
Yo levanto mi copa
Por ese día que no llega nunca
Pero que es lo único
De lo que realmente disponemos.
miércoles, 21 de diciembre de 2016
Escucha a tu niño interior
Debemos escuchar al niño que fuimos un día y que existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de instantes mágicos.
( Paulo Coelho )
lunes, 19 de diciembre de 2016
Feliz Navidad 2016
Cuando agoniza Diciembre entre compras, comidas y villanciscos toca hacer balance de un año que también se va. Personalmente cada cual hará su propia valoración en función de sus propias circunstancias, pero en el plano colectivo no ha sido un año muy especial pues al sainete que llevamos arrastrando desde hace tiempo con una economía en horas bajas y que sólo nos ofrece recortes y reformas que nos afecta de forma directa, se une el melodrama telenovelesco de la política tanto en el plano estatal o regional como en las intrigas palaciegas de los partidos políticos.
El cansancio de la gente es notorio y con razón. Recuerdo que antes al abrir cualquier periódico disfrutaba de su lectura y lo leía todo, hojeando por arriba la sección de deportes. Ahora hago lo contrario, y cuando llega prensa a mis manos leo especialmente deportes y algún artículista de prestigio además de la cartelera televisiva y de pasada el resto, porque para dramas ya me buscaré una película de la extensa cinematografía que al menos puedo elegirla yo.
No parece que el 2017 venga acompañado de muchos cambios. La economía y la política seguirán su particular rumbo errático en esa montaña rusa de dudas y desatinos a que nos tiene acostumbrados y nuestra actitud ante todo ello y la forma de enfrentarnos es lo que hará que junto a nuestras propias circunstancias el próximo año por estas fechas nuestra valoración sea más o menos positiva.
En cualquier caso, deseo de todo corazón a todas las personas que me siguen en las redes sociales los mejores deseos para estas fiestas navideñas donde la ilusión invada cual hiedra todos los aspectos de nuestras vidas y nos haga escalar firme hacia nuestras metas. Una muy Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo 2017. FELICIDADES
Decía Nietzsche
“Que es el amor sino comprender y alegrarse de que otro viva, actué y sienta de manera diferente y opuesta a la nuestra? Para que el amor supere con la alegría los antagonismos no debería suprimirlos o negarlos. Incluso el amor a si mismo contiene como presupuesto suyo la dualidad (o la pluralidad) indisoluble, en una sola persona.”
jueves, 15 de diciembre de 2016
miércoles, 14 de diciembre de 2016
domingo, 4 de diciembre de 2016
viernes, 2 de diciembre de 2016
Reflexionar con...Eduardo Galeano
Los Nadies
Sueñan las pulgas con comprarse un perro
y sueñan los nadies con salir de pobres,
que algún mágico día
llueva de pronto la buena suerte,
que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
ni mañana, ni nunca,
ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte,
por mucho que los nadies la llamen
y aunque les pique la mano izquierda,
o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie,
los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados,
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos,
rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones,
sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos,
sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal,
sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies,
que cuestan menos
que la bala que los mata.