El Caballero pregunto que era la bebida que le había ofrecido? El mago sonriendo le dijo: es vida ¿vida? Sí, dijo el mago ¿No te pareció amarga al principio y, luego, a medida que la degustabas, ¿no la encontrabas cada vez mas apetecible? El caballero asintió, y los últimos sorbos resultaron deliciosos. Eso fue cuando empezaste a aceptar lo que estabas bebiendo. La vida es buena cuando uno la acepta. Las cosas hay que aceptarlas tal como son, simplemente porque son así.
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