Llegaba al trabajo esta mañana intentando apurar este viernes previo a
la entrada en el verano cuando noto al bajarme del coche un leve silbido
procedente de la rueda trasera. Un pinchazo inesperado amenazaba con tener que remangarme
la camisa para la tarea de un cambio que a esa hora no me apetecía por lo que
de urgencias al taller para aliviar la presión del neumático y alargar su vida.
Ayer también tuve que ir a urgencias pero esta vez el coche fue el
vehículo salvador que me llevó al centro de salud urgentemente para que, tras
el examen de la doctora que con su voz y percha me quitó la mitad del dolor, me
dieran un pinchazo en el glúteo y así aminorar las molestias de un cólico
nefrítico que surgió de la nada y resucitó después de siete años
aproximadamente.
Dos pinchazos en menos de 24 horas. Y es que la
vida está llena de pinchazos. A veces, sólo es un pequeño desajuste como
cambiar una rueda o arreglar el neumático para seguir nuestro camino y otras es
necesaria una solución más agresiva y medicar con la solución más oportuna como
en la urgencia médica. También podemos seguir con el pinchazo a cuestas, con la
rueda perdiendo aire hasta que ya no nos deje avanzar más o con un dolor que
nos carcome sin ponerle remedio. En ocasiones funciona, el dolor desaparece tal
como vino pero si el aire se nos va yendo lentamente, tarde o temprano
tendremos que bajarnos del coche.
Nadie está exento de sufrir un pinchazo, incluso cuando la carretera
tiene el piso firme y nada nos hace presagiar el mismo. Vivimos entre las
burbujas que creamos y en las que creemos, confiando en su estabilidad e
indestructibilidad, sin darnos cuenta que hasta las mejores ruedas de los
formula1 también se pinchan y te dejan fuera de una carrera. No sabemos dónde
lo vamos a encontrar ni en qué forma, pero lo encontraremos: pinchazos en forma
de dudas, incertidumbres, sentimientos, temores….porque cualquier ámbito de la
vida es susceptible de pinchar: las relaciones personales, el amor, el trabajo,
la familia, la economía…
Por un pinchazo de la burbuja inmobiliaria estamos ante una de las
peores crisis económicas de todos los tiempos. Quién nos lo hubiera dicho hace
una década a nuestras generaciones y a nuestros gobiernos. Espero que no sea el
ejemplo o precedente de los pinchazos que podamos tener en la vida y que los
nuestros, al menos, podamos solucionarlos con un simple cambio de rueda.
Pinchazos... a nadie les gusta.
ResponderEliminarPor cierto, me gustaría felicitarte por tu blog. Me gusta mucho ^^
Es por eso por lo que me gustaría invitarte a mi Edén, el cuál espero que sea de tu agrado:
http://losdeliriosdepandora.blogspot.com
Un beso y nos leemos!!!
Gracias Pandora. Perdona la tardanza en la respuesta. Me pasaré seguro por tu Edén y nos vemos y leemos en ete universo virtual. Un beso
EliminarHola Aurelio, me podrias decir si es habitual el pinchazo de neumaticos en Canarias. Te agrdeceria mucho u respesta ya que estoy haciendo una investigacion al respecto. Mi email es oukhiar@yahoo.es.
ResponderEliminarA proposito tu blog esta muy bin