Cuando me disponía el otro día a
rellenar de aire las gomas del coche me encontré con que en la gasolinera Shell
habían sustituido el aparataje para tal menester por una máquina que dispensaba
aire y agua previo pago y junto a la misma un señor bastante enfadado juraba en
arameo contra el Gobierno. Sobra decir que ni eché aire ni gasolina ese día ni
en el futuro en ese establecimiento. No obstante, no le faltaba razón al señor
pues en una España que perdona la deuda a los bancos y no hace que las grandes fortunas
dejen de escabullirse de Hacienda a través de tretas legales sí que permite que
las empresas nos cobren por consumir aire lo cual denota de por sí una errónea
estrategia de marketing comercial.
La crisis económica no afecta a
todos por igual y de hecho las clases medias son las más perjudicadas y un
símbolo gráfico de ello es que nos quieran cobrar las grandes empresas por el
aire con permiso de la ley y del legislador. Me decía este mismo señor, con el
que entablé un pequeño diálogo que disipara nuestro cabreo, que la ciudadanía
no entiende de macroeconomía a pesar de su influencia en nuestras vidas sino de
aquellas cosas que nos atañe directamente en nuestras propias realidades.
¿Quién sabe cuánto afecta el cobro
del aire en una gasolinera de un pueblo en el voto posterior de unas elecciones
generales? .... efecto mariposa que lo llaman...
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