Otra vez de vuelta al trabajo, y sin quejarme oigan que no está el
patio para quejarse uno de la vuelta a un lugar donde desarrollarse
profesionalmente a pesar de la reforma laboral y donde cobrar un sueldo
mensual, aunque recortado por el Gobierno, que nos permita ir ahorrando algo de
dinero en el banco para que la troika europea nos haga una quita en caso de
rescate.
En esta semana de pasión…amorosa y sentimental he dejado que Cupido y
Venus dirigieran mi vida durante unos días dejando la pasión más tradicional
para aquellos que prefieren seguir la estela esperanzadora del nuevo papa en la
órbita de una iglesia que todavía tiene que recorrer mucho camino para que la
esperanza de estos días se transforme en los resultados visibles de la
expectativa creada.
Tras contribuir al sostenimiento del Estado durante los primeros días
de la semana santa creía merecer un breve descanso para disfrutar de la pareja
y los amigos celebrando el amor y la amistad.
Con el regreso no sólo nos topamos con la rutina diaria, también con
los titulares de prensa que dejamos aparcados en los días de fiesta, las
sorpresas gubernamentales en nuestro supuesto beneficio, los ecos del seísmo
del Hierro que llaman nuestra atención, la economía que fluctúa al ritmo de
nuestra taquicardia…creo que tenía que haber pedido unos días libres aunque me
descontaran parte del sueldo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario