sábado, 6 de septiembre de 2014

Teror 2014

 

         Septiembre heredó de su antecesor los calores del estío y las mareas se agrandan tierra adentro como queriendo alcanzar con sus brazos el interior de la isla donde la Virgen del Pino aguarda a los isleños en estos días de fiestas que son la recta final de los festejos que jalonan el verano.
         La tradición y la fe se entremezclan en estos días donde miles de romeros inician su particular caminata hacia Teror buscando los motivos que sólo la creencia entiende o simplemente cumplir con una costumbre centenaria de generaciones de canarios. En cualquier caso, el final siempre es el mismo: visita a la Virgen y luego a comer el clásico bocadillo de chorizo.
         Lejos de aglomeraciones de los días principales me aventuro a hacer el camino desde Arucas y en sábado con la compañía de un amigo para que la soledad sea acompañada por una conversación sobre lo humano y lo divino pero sin el agobio de cientos de peregrinos a nuestro lado.
         Empieza la caminata en Arucas sobre las seis y media de la mañana y a paso firme y regular avanzamos siguiendo las curvas sinuosas de la carretera procurando en lo posible acortar por caminos secundarios y senderos que nos facilite el esfuerzo.  Alternando diálogos y silencios llegamos a la villa mariana a dos horas del inicio y tras la pertinente visita a la patrona reponemos fuerzas con un buen desayuno.
         Un año más…la tradición debe perpetuarse en generaciones…y el camino debe andarse como cada cual quiera porque es una buena manera de encontrarnos con nosotros mismos.


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