sábado, 31 de enero de 2015
jueves, 29 de enero de 2015
miércoles, 28 de enero de 2015
martes, 27 de enero de 2015
martes, 20 de enero de 2015
Blue Monday: Publicidad y política
Ayer hacía frío con un tiempo que
invitaba a estar en el calor del hogar, era lunes con toda la semana por
delante y la cuesta de enero más pendiente que nunca; las navidades son un eco
lejano y de las que nos acordamos cuando recibimos las facturas de la tarjeta
que usamos en esas fechas; la nómina, quien tenga la fortuna de tener trabajo,
todavía no toca a la puerta y los propósitos del nuevo año permanecen en la
incertidumbre entre la voluntad y la pereza.
Pero ninguno de
estos factores incidieron en la fórmula matemática que allá por 2005 creó la
industria publicitaria con el nombre de “blue Monday” (blue: azul, por estar
asociado ese color a la tristeza) para que me sintiera triste a tenor de los
elementos que se conjugan en este tercer lunes de enero. Me niego a estar
triste cuando así lo decida una formulación.
La publicidad entra de lleno en
nuestras vidas para marcarnos el paso y decidir previamente antes que nosotros
mismos sobre nuestros hábitos de vida: alimentación, salud, moda, ocio…e
incluso nuestro estado de ánimo.
Publicidad y Política están muy
relacionadas en un mundo global porque no me negarán que los políticos de turno
nos marca lo que comemos o podemos comer en función de factores como el paro o
los recortes salariales haciendo que la nevera sólo acepte marcas blancas y una
alimentación básica que se ríe de la ideal pirámide alimentaria y la dieta
mediterránea; la ropa se hereda entre hermanos y primos y salimos al rescate de
aquellas prendas escondidas en el fondo del armario para sortear una crisis que
nos lleva a reinventar la moda y hacerla nuestra mientras nuestro ocio está en
función de los ceros que tenga nuestra cuenta bancaria.
La política con su acción de gobierno
nos marca también el paso de nuestra vida pero sin capacidad de decisión por
nuestra parte como sí ocurre con la publicidad y además nos determina nuestro
estado de ánimo.
Ahora que lo pienso…el azul del “blue
monday” también está relacionado con la política actual. Igual llevamos tiempo con un día de tristeza
demasiado largo que sólo una cita electoral podrá cambiar.
jueves, 15 de enero de 2015
Cuento oriental: reflexión
Cuento oriental: Afilar el hacha
En cierta ocasión, un joven
llegó a un campo de leñadores con el propósito de obtener trabajo. Habló con el
responsable y éste, al ver el aspecto y la fortaleza de aquel joven, lo aceptó
sin prensárselo y le dijo que podía empezar al día siguiente.
Durante su primer día en la
montaña trabajó duramente y cortó muchos árboles. El segundo día trabajó tanto
como el primero, pero su producción fue escasamente la mitad del primer día.
El tercer día se propuso
mejorar su producción. Desde el primer momento golpeaba el hacha con toda su
furia contra los árboles. Aún así, los resultados fueron nulos.
Cuando el leñador jefe se
dio cuenta del escaso rendimiento del joven leñador, le preguntó: ¿Cuándo fue
la última vez que afilaste tu hacha?.
El joven respondió:
-
Realmente, no he tenido tiempo…He estado
demasiado ocupado cortando árboles…
viernes, 9 de enero de 2015
martes, 6 de enero de 2015
lunes, 5 de enero de 2015
Pasado y presente, amigos y futuro
Para
algunos la vida se paró de repente el pasado día 4 de diciembre como
consecuencia de la democracia de los votos porque, aunque no siempre lo
parezca, no estamos en la república independiente de Ikea. Los votos dan y
quitan, al menos cuando hay urnas de por medio porque sino los intereses
personales y partidistas surgen como setas en el campo del debate.
Las organizaciones como las
personas deben evolucionar de forma permanente, incluso el estancamiento
obligado por circunstancias ajenas puede ser entendido como evolutivo si el
pensamiento crece pero cuando se retrocede y en demasía entonces es que el
proyecto ha fracasado; pero las organizaciones son entes que lo conforman
personas en sus órganos de decisión y son éstas las que deben dar un paso al
frente para reconocer el fracaso y permitir el cambio.
Es, en estos momentos, cuando me
viene a la mente el recuerdo de siete que eran cuatro...porque siete fueron los
elegidos para liderar una organización con enormes lastres pero descontando lo
que las plagas de la salud, la ignorancia y la ineptitud causaron a su paso nos
encontramos con cuatro personas que el trabajo diario convirtió en amigos y
cuyo esfuerzo diario sin la búsqueda de recompensas derivó en los mayores
efectos positivos que la historia no podrá borrar.
El tiempo siempre es el único
juez, aquel que establece las verdaderas reglas del juego y pone sobre la mesa
la razones reales de toda circunstancia y contexto por lo que solo poniéndonos
en sus manos podemos salir victoriosos…y así ha sido.
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