Las navidades tocan a la puerta, aunque sería más correcto
decir las fechas principales, porque el espíritu navideño ya lo metieron con
calzador desde principios de octubre –cualquier año de éstos empatamos unas
fiestas con las siguientes – en aras de un mayor consumo al calor del ambiente
prefestivo.
No nos dejemos engañar por la música y la letra de la
canción. Si queremos cantar, hagámoslo, pero dándole nuestra propia entonación
y nuestra propia musicalidad captando lo importante y dejando lo superfluo. Es
fácil dejarse llevar por lo efímero sin prestar atención a lo verdaderamente
importante.
En cualquier caso, felicidades a todas las personas de buena
voluntad. Sean felices y nos vemos a la vuelta.