Tenemos nueva cita electoral el 10 de noviembre, lo cual
representa en sí mismo un fracaso de los políticos que no de la política. Han
convertido la vida política en un bodevil donde el interés personal y el
chantaje son los valores para el intercambio de cromos entre los partidos
políticos y donde el sentido del estado ha sido sustituido por el ataque al
contrario, al margen de las políticas propias.
Nuestra transición es un ejemplo para el mundo pero nuestra democracia parlamentaria es una verguenza. Ver un debate del congreso de los diputados es un acto sólo para valiente sin verguenza ajena.
La cultura política de la ciudadanía no invita precisamente al diálogo entre ideas diferentes por lo que no podemos pretender que ello sea una constante en la vida parlamentaria.
Nuestra transición es un ejemplo para el mundo pero nuestra democracia parlamentaria es una verguenza. Ver un debate del congreso de los diputados es un acto sólo para valiente sin verguenza ajena.
La cultura política de la ciudadanía no invita precisamente al diálogo entre ideas diferentes por lo que no podemos pretender que ello sea una constante en la vida parlamentaria.
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