viernes, 10 de enero de 2020

Reflexión de viernes


Se acabaron las fiestas navideñas y toda su corte de buenos propósitos y melosos deseos que, en su mayoría, tienen poca consistencia en el tiempo porque volveremos a las rutinas individuales donde el prójimo como poco vuelve al rol que tenía antes de las fiestas. Si se pudieran guardar todos los sentimientos navideños en un baul para que cada mes del año podamos abrirlos y ver lo que nuestro corazón sentia y nuestros labios decía y de esta forma, quizás nuestras actuaciones a lo largo de todo el año se asemejarían aunque sea de una forma aproximada al concepto de navidad tan limitado en el tiempo. Me temo que esta reflexión sea válida para una mayoría. Al resto, Felicidades.


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