Prefijos...Geo, macro

 

 

La política ahora se acompaña del prefijo “geo” para llamarse geopolítica y aderezarse de matices geográficos y económicos en su definición y así los estados juegan en un inmenso tablero de ajedrez una serie de partidas con vencedores y vencidos, donde los damnificados no tienen por qué coincidir con los vencidos. Un ejemplo claro por cercano en el tiempo es el caso de Ucrania. Oía esta mañana un comentario de un tertuliano de la Cadena Ser que decía que Estados Unidos y Rusia estaban en una nueva etapa de guerra fría usando como tablero de la contienda a la propia Europa que no se entera o no sabe cómo enfrentar el hecho. Es un análisis certero de la realidad.

            La economía, por su parte, también ha dejado de ser un compartimento estanco con sus propias reglas y se ve influenciada por cualquier acontecimiento político a la vez que utilizada como arma arrojadiza en el escenario de las confrontaciones nacionales e internacionales.

            Política y economía cruzan continuamente las delgadas líneas que le servían de fronteras. Se utilizan mutuamente en beneficio del poder y en detrimento de los débiles. Los orígenes de esta crisis no están en la base de la pirámide sino en el vértice más alto, bien por una provocación voluntaria, bien por las consecuencias de una gestión pésima de los recursos.

            La disyuntiva a la hora de dar nuestro voto es a quien poner en esos puestos de responsabilidad y poder para gestionar, que no decidir, sobre las pequeñas esferas donde se pueda tener margen de maniobra. Entiendo, o así me lo parece, que el margen de decisión de la política es menor en proporción al mayor poder de la administración política. En un ámbito municipal hay una posibilidad de toma de decisiones mayor que en el propio Estado donde la política y la economía tienen otro prefijo (macro) que la hace ser subsidiaria de decisiones superiores.

            Los conceptos tienden a agrandarse poniéndoles prefijos que los amplíe en definición y complejidad hasta hacerlos irreconocibles e indescifrables para el común de los ciudadanos.