Sobre la religión
Por mi parte no creo en
absoluto exista alguna religión o doctrina que deba considerarse como la mejor
y la única verdadera -¿para qué además?-. El Budismo es muy bueno y el Nuevo
Testamento también, cada uno para su tiempo y allí donde hace falta. Hay
personas que tienen necesidad de la ascesis y otras que necesitan otra cosa. Y
la misma persona tampoco necesita siempre lo mismo, sino que ora necesita
actividad y movimiento, ora concentrarse en sí, ora necesita juego, ora
trabajo. Somos hombres, y las tentativas de ser otra cosa fracasan siempre.
Si la tierna simpatía, la
bondad y la compasión son lo supremo, entonces Francisco de Asís fue uno de los
seres humanos más perfectos, y Calvino, Savonarola e incluso Lutero fueron unos
fanáticos crueles y unos facinerosos. Pero si la virtud de la escrupulosidad y
la heroica sumisión a los postulados de la propia conciencia es lo más valioso,
entonces Calvino o Savonarola fueron realmente grandes hombres. Ambas cosas son
verdaderas, y ambas posiciones siempre tienen razón.
Yo no considero como ideal
humano cualquier virtud o cualquier creencia concreta, sino que considero como
ideal supremo, por el que los hombres pueden morir, el logro de la mayor
armonía posible en el alma del individuo. Quien posee esta armonía posee eso
que el psicoanálisis, por ejemplo, llamaría libre disponibilidad de la libido y
eso que el Nuevo Testamento apunta cuando dice “Todo es vuestro”.
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