Incluso llegaron horas en que
deseaba no haber oído nunca la música ni haber visto los colores. No obstante,
si la hubiesen dado a elegir, no habría renunciado a ese recuerdo por nada del
mundo. Aunque se hubiera muerto por ello. Pues eso era lo que vivía ahora: que
hay riquezas que lo matan a uno si no puede compartirlas. "Momo"
(1973)
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