Pasado mañana, día 21, es el Día Mundial del Perro y el
próximo día 26 el Día de los Abuelos y se me ha ocurrido viendo ambas fechas el
reflexionar sobre el trato que damos como sociedad a los perros y a los
abuelos.
Me gustaría ser más optimista, pero en una sociedad
consumista en expansión en torno al mundo animal (más de 1.000 millones de
euros anuales en gasto alimenticio y sanitario) y en decrecimiento en torno al
gasto social y familiar en relación con nuestros abuelos, me temo que la
balanza se inclina por las mascotas. En líneas generales, algunas personas casi
se atreverían a lanzar la afirmación: tratamos mejor a los perros que a los
abuelos.
En 2018 el Ministerio de Agricultura cifraba el gasto medio
mensual para perros en España en 130 euros. Sin embargo, el coste mensual de
los abuelos es negativo pues son ellos en su gran mayoría los que con sus
pensiones en tiempo de crisis ayudan y/o mantienen las economías familiares.
Estamos hablando siempre de coste social y familiar no de presupuestos
estatales ni economía de estado.
El bienestar animal supera ya el mínimo exigible para
adentrarse en el lujo y el consumismo mientras que a los abuelos que muchas
veces sólo se contentarían con el coste gratuito de una visita no le mostramos
el mismo interés.
Son reflexiones en alto, no para sentar cátedra sino para
abrir un debate en nuestras mentes. Así que el próximo fin de semana toca
visitar la casa de los abuelos o llevarlos de excursión.
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