Ya están aquí los carnavales para disfrute de unos y pena de
otros. La fiesta y el ruido en contraposición con la tranquilidad. Al ser
escalonadas las celebraciones en todos los pueblos de la isla nos encontramos
con una Gran Canaria disfrazada durante más de un mes y es que como dice
Antonio Muñoz Molina en su obra Todo lo
que era sólido “…lo que en otro tiempo duraba cinco días empezó a durar una
semana y media. La fiesta modesta de una sola tarde s expandió a una semana
entera, convertida en una mezcla de juerga sin pausa y acontecimiento
oficial…”.
Disfruten sin olvidar que la educación y la convivencia
también tienen cabida en estas fiestas y ojalá esa alegría les dure cuando se
reincorporen a la rutina del otro carnaval que es la vida misma donde las caretas
y los disfraces están operativos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario