lunes, 22 de febrero de 2021

Reflexionar con Rudyard Kipling


Si puedes mantener intacta tu firmeza cuando todos vacilan a tu alrededor. Si cuando todos dudan, fías en tu valor y al mismo tiempo sabes exaltar su flaqueza. Si sabes esperar y a tu afán poner brida o blanco de mentiras esgrimir la verdad; o siendo odiado, al odio no le das cabida y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad. Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey. Si piensas y el pensar no mengua tus ardores. Si el triunfo y el desastre no te imponen su ley y los tratas lo mismo como dos impostores. Si puedes soportan que tu frase sincera sea trampa de necios en boca de malvados o mirar hecha trizas tu adorada quimera y tornar a forjarla con útiles mellados. Si todas tu ganancias poniendo en un montón, las arriesgas osado en un golpe de azar y las pierdes, y luego con bravo corazón sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar. Si puedes mantener en la ruda pelea alerta el pensamiento y el músculo tirante para emplearlo cuando en ti todo flaquea menos la voluntad que te dice adelante. Si entre la turba das a la virtud abrigo. Si no pueden herirte ni amigo ni enemigo. Si marchando con reyes del orgullo,  has triunfado. Si eres bueno con todos pero no demasiado y si puedes llenar el preciso minuto en sesenta segundos de un esfuerzo supremo, tuya es la tierra y todo lo que en ella habita y lo que es más, serás hombre hijo mío…. 

  Rudyard Kipling

lunes, 15 de febrero de 2021

Reflexionar con Natalia Sosa Ayala


Pensaba con los codos en la barandilla: «Volveré siempre al nido que me espera. El mundo es un inmenso nido.» Y escribió sobre una columna: «Queridísimo mío: seré feliz. Seré como las aves…» Había vuelto a elevar el rostro. En tanto, el mar rugía a sus pies. «No es ese tu camino —dijo la muchacha lentamente—. No has nacido para estrellarte contra un estúpido muro de contención, sino para vivir también libre. ¿A dónde podrías tú llevarme, mar? Desconozco el mundo.» Pero se vio reflejada dentro de sí misma y reparó, una vez más, en la gran luz que poseía y que aún no se había extinguido completamente. Ni siquiera había comenzado a enturbiarse dentro de su corazón. «Ella es mi esperanza —afirmó al mar. Y añadió—: Es como tú de inmensa. Se alarga y no tiene fin, se eleva y no tropieza con nada… Pero tú has tropezado con un muro, queridísimo mar; lo considero un espantoso ridículo para tus portentosas fuerzas. ¿Por qué no lo derribas? Entonces yo me ahogaría entre la espuma, y, como en un juego, me quedaría inerte… Pero no me seduce morir porque ahora, tú lo sabes bien, noto el embrujo de la vida.»


sábado, 6 de febrero de 2021

Frases: Thomas A. Edison


Muchos de los fracasos de la vida son personas que no se dieron cuenta de lo cerca que estaban del éxito cuando se dieron por vencidos

martes, 2 de febrero de 2021

Frases: Alexander Hersen


Estoy verdaderamente horrorizado por el hombre moderno. Tal ausencia de sentimiento, tal estrechez de perspectiva, tal falta de pasión e información, tal debilidad de pensamiento.