sábado, 31 de diciembre de 2011

Adiós 2011





Se marcha 2011, agonizando por un virus mundial de nombre “crisis 2.0” fruto de experimentos económicos que no salieron como debieran. Nadie le llora, nadie se acuerda de los perdedores. Que se lo pregunten a Zapatero… Ahora nos peleraremos por cómo afrontar la situación anómala del estado del bienestar, del camino a seguir, de las pautas de las acciones y hasta del color de los dichosos brotes cuando salgan.
Por lo pronto, como buen funcionario público, y sin contar conmigo, ya me bajarán el sueldo otra vez, vía irpf, eso sí trabajando en un horario más amplio para que tenga tiempo de analizar mejor el encuadre del presupuesto mensual porque conociendo la picaresca española no vayamos a pensar que más horario significa más productividad, pues la motivación laboral está en franca decadencia y bajando enteros en la bolsa del compromiso social con la empresa. La travesía del desierto de las penurias es inevitable por lo que mejor pasarla con el mejor humor posible y las esperanzas a flor de piel, so pena de morir en el intento.
Este año que termina ha sido convulso. En el plano personal ha sido de cambio. He dejado atrás mi trayectoria sindical, crítico con un modelo que se resiste a cambiar pese a las circunstancias, cansado de predicar en el desierto y con un cierto hastío de ideas y de personas. No miro atrás, no merece la pena. Vuelvo a donde quizás no debí salir, a mi trabajo habitual, con las alforjas semivacías, dejando atrás simples acompañantes de un camino cuyos correos y teléfonos ya están en la papelera de reciclaje de windows, abandonando de momento el debate de ideas que ahora mismo son minoría frente a la masa mediocre  y apegada a las prebendas individuales. El tiempo es el mejor juez y ya se vislumbran los pequeños juicios y sus resultados.
2012 está a punto de amanecer en el horizonte cargado de energía positiva, de fuerza en el futuro, de esperanza en el cambio, de renovación e ilusión. 2012 ya está aquí, recibámolo con la dicha de saber que contamos un año más, y en los tiempos que corren, ya es bastante.


jueves, 29 de diciembre de 2011

Conferencia del Dr. Valentín Fuster



         El pasado mes de octubre el Dr. Valentin Fuster  disertó sobre nutrición y salud cardiovascular en una conferencia celebrada en La Moncloa. Es bastante interesante, por lo que pueden verla integra pinchando AQUI

lunes, 26 de diciembre de 2011

Felicidades



Estamos inmersos en la Navidad, tiempo de contrastes. La alegría que inunda todo y que se contagia como un virus convive con la melancolía que no te avisa, el estrés de las compras navideñas con el regocijo de regalar a la persona que quieres, la convivencia con los presentes con la tristeza por los ausentes, los recuerdos de las pasadas fiestas con la realidad de la que vivimos…

Se acerca la nochevieja, donde despedimos a este aciago año y donde damos la bienvenida a un 2012 en el que deposito muchas esperanzas. A pesar de los vaticinios y augurios que este año conlleva, personalmente soy moderadamente optimista respecto al mismo. Sé que traerá cambios, una nueva forma de entender la realidad que nos rodea, una nueva manera de enfrentarnos a nuestros problemas y a las cuestiones que nos preocupa. Si el marco global cambia, y eso es un hecho, las actitudes individuales deben cambiar igualmente para poder permanecer en equilibrio de la parte con el todo.

Hay años que por una razón positiva o negativa marcan tu vida. 2007 fue mi último año simbólico en este sentido, más en sentido positivo que negativo, y presiento que este 2012  lo será igualmente. Espero no equivocarme.

Cuando miro la vista atrás, no puedo menos que traer a la memoria bellos recuerdos de la infancia ligados a estas fiestas. Desde las cenas de nochebuena en familia con comidas, tertulias y villanciscos a la espera de la noche mágica del cinco de enero. Quizá por ser el mayor comprendí siempre el verdadero enigma real, pero nunca fue impedimento para el disfrute de la fiesta. Es auténtica magia la que se respira esa noche en los ojos de los niños y asi lo intenté transmitir a mi hijo.

A todas y todas lo que siguen este blog les deseo unas felices fiestas donde el encuentro sea fruto del afecto y el deseo y no del compromiso, donde la nochevieja se convierta en el despegue de los deseos propios y la ayuda a los colectivos, donde el año venga desnudo de los viejos modelos personales para avanzar en la felicidad que nos merecemos.

Felices Fiestas. Feliz año 2012



miércoles, 21 de diciembre de 2011

Cómicos

Este anuncio de Campofrío demuestra que, en ocasiones, asistimos en la publicidad a verdaderas pélículas en miniatura y más si como en esta ocasión tiene homenaje a un genio, emoción, actualidad y especialmente esperanza.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Noha





Los taburetes de los últimos bares de la madrugada eran demasiado altos para él, trás aquellas copas que nunca debió tomar, así que encaminó sus pasos, no siempre en línea recta, hacia ningún lugar, buscando que el destino lo llevara lejos, de todo y de todos.
Mientras caminaba, junto a los escaparates navideños de la ciudad, se vió reflejado en uno de ellos y no pudo menos que sonreir tristemente recordando quién era años atrás, cuando todavía el hombre que habitaba en su cuerpo luchaba por sobrevivir en una realidad cambiante. ¡ Qué lejos esa imagen que se le venía a la memoria de la actual !  Ahora, ni siquiera sabía si podía articular palabra sin errar, pues el silencio había invadido cada instante de su vida.
El idioma no era indispensable en la calle, donde la soledad le había acostumbrado a callar, a seguir un ritual de gestos y mímica que le permitían seguir en su buscado silencio; para qué molestarse en hablar sin nadie te escucha  - pensaba para sí mismo – porque pensar era su pasatiempo preferido y el que le permitía realizar todos esos sueños escondidos en su interior, el que hacía posible que, aunque sea por momentos, pudiera encauzar su vida, cambiarla a su antojo. Era tan fácil hilvanar uno mismo su propia existencia como si de una película se tratara, pero hasta los pensamientos tienen un final y siempre había que volver al mundo real que le cobijaba, aquel  en el que vivía para suerte suya, aunque ya lo dudara,y para desgracia de los demás como siempre había supuesto.
Había tenido un nombre en su momento pero no lo recordaba aunque aquellas pocas personas que le conocían: la vieja ramera del bar que frecuentaba cuando los institos aparecían, el cocinero del albergue donde, en ocasiones, le daban algo de comida y aquellos vagabundos con los que se cruzaba en las noches oscuras; esa gente le llamaban Noha, en un bautizo pagano con las primeras sílabas de dos palabras que le dedicaban cuando lo veían: “No habla”
De todas maneras, era un nombre ficticio que solo servía de referencia a quienes así lo llamaban, pues el nunca contestó a ese ni a ningún otro. Siempre hizo caso omiso a los demás , por lo menos, desde aquel recuerdo que le taladraba la mente en las frias horas de la madrugada. Ni siquiera cuando el raciocinio que le quedaba se afanaba en hacerle comprender la lógica de una huida al infinito – había mil maneras de saltar en marcha de este tren vital – hacía caso a tales sugerencias; es más, se aferraba con más fuerza a la agonía lenta de la vida como si sintiera en su interior que debía pagar por un error pasado.
Sólo el mar y el cielo podían vanagloriarse de ser sus interlocutores porque en su inmensidad no necesitaban de las palabras para expresar sentiemientos y emociones, porque podía conectar con ellos en su corazón silente sin que nadie turbara la paz de esa comunicación, salvo el rumor de las olas o la lluvia empapando su cuerpo.
El contínuo embate, duro y sin complicaciones, del devenir diario terminó por ahogar el pequeño grito de esperanza que parecía surgir de aquel corazón solitario, fue como un caminar hacia un triste final conocido de antemano. Prefirió morir poco a poco, dejando retazos de su alma en cada lugar, en cada esquina, en cada día arrancado al destino.
Nadie lo vió partir hacia la arena. Nadie lo vió llorar junto al agua, mezclando sus lágrimas con la mar salada que le acariciaba. Nadie pudo ver la foto amarillenta que escondía en su mano cerrada. Nadie sintió el dolor de su pecho al recordar. Nadie lo vió morir, ni siquiera él se dio cuenta.
Paradojas del destino. El, que vivió en el más absoluto anonimato, salía en la prensa al día siguiente con una foto reclamando su conocimiento. Nadie llamó, nadie lo conocía, nadie lo recuerda y, sin embargo,alguien le llora, empapando el periódico con lágrimas resecas dedicándole, a su pesar, un último pensamiento.
Noha ya no existe. Hace tiempo que no existía…nadie lo conocía ya. Sólo ella porque, aunque en un tiempo lejano, ella le amó.
                       


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Navidad (II)

Hace unos días salía en la prensa como curiosidad la noticia de una sentencia de absolución al Rey Baltasar. El dictámen del juez no tiene desperdicio. Ni la navidad ni sus protagonistas están al margen de los conflictos jurídicos.



domingo, 11 de diciembre de 2011

Otra versión de Resistiré

Flash mob del profesorado de un instituto de la Comunidad de Madrid con la versión de la canción “Resistiré” que ya se publicó en este blog con el título  Entre bromas y veras  y que se va a convertir a este paso en el himno de guerra contra el gobierno de Rajoy.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Un ejemplo de dignidad

¡ Bravo por Maruja Ruiz ! Tenemos que aprender de otras generaciones los conceptos de dignidad y coherencia.

Navidad (I)


Sábado, 3 de diciembre. A las puertas de unos días de asueto discontínuo que nos mete de lleno en la Navidad. Ya se respira el aire a fiesta, los centros de trabajo ya empiezan a preparar sus cenas llenas de tópicos, los rollos de papel de regalo empiezan a blandir en las manos de los peatones como espadas láser, los villanciscos invaden los centros comerciales que lucen su mejor estética navideña y hasta con motivo de la crisis hay quienes ya compran las viandas de nochebuena y nochevieja.

Yo mismo ando enredado en la compra de regalos mirando de reojo el extracto de la cuenta corriente y es que es fácil  dejarse llevar por ese viento que busca borrar los atisbos de una crisis que quiere quedarse durante un largo tiempo y desde luego no participo de ese miedo que se está apoderando como una hiedra por todos los rincones de nuestra sociedad. Si sucumbimos al temor al futuro entonces ya habremos perdido de antemano.

Debemos ser cautos, claro que sí, pero desde la realidad diaria, exigiendo cuando hay que exigir y aceptando cuando hay que aceptar, pero siempre desde la propia coherencia con nuestra situación personal. No podemos ni debemos cambiar en demasía nuestro mundo vital, el que hemos tenido hasta ahora, más allá de lo indispensable a tenor de las circunstancias que tengamos.

Me niego a ser yo quien tenga que cambiar mis hábitos a cuenta de una crisis que yo no he provocado. Serán otros quienes tengan que dar un paso adelante, por ejemplo, nuestros gobernantes. Sería, y empleo el condicional a conciencia, un buen ejemplo que nuestros políticos renunciaran a su paga extra por este año, al seguro privado que no todos tenemos, a las pensiones vitalicias, a los dobletes en los cargos, a los viajes en business, a los coches oficiales, a las subidas de sueldo encubiertas, a las tarjetas oro…perdón, ya me estaba perdiendo un poco en los buenos deseos propios de estas fechas, así que volviendo a la realidad felices prenavidades.