viernes, 30 de noviembre de 2018

Poesía: Pablo Neruda

Oda a la vida

La noche entera
con un hacha
me ha golpeado el dolor,
pero el sueño
pasó lavando como un agua oscura
piedras ensangrentadas.
Hoy de nuevo estoy vivo.
De nuevo
te levanto,
vida,
sobre mis hombros.

Oh vida, copa clara,
de pronto
te llenas
de agua sucia,
de vino muerto,
de agonía, de pérdidas,
de sobrecogedoras telarañas,
y muchos creen
que ese color de infierno
guardarás para siempre.

No es cierto.

Pasa una noche lenta,
pasa un solo minuto
y todo cambia.
Se llena
de transparencia
la copa de la vida.
El trabajo espacioso
nos espera.
De un solo golpe nacen las palomas.
Se establece la luz sobre la tierra.

Vida, los pobres
poetas
te creyeron amarga,
no salieron contigo
de la cama
con el viento del mundo.

Recibieron los golpes
sin buscarte,
se barrenaron
un agujero negro
y fueron sumergiéndose
en el luto
de un pozo solitario.

No es verdad, vida,
eres
bella
como la que yo amo
y entre los senos tienes
olor a menta.

Vida,
eres
una máquina plena,
felicidad, sonido
de tormenta, ternura
de aceite delicado.

Vida,
eres como una viña:
atesoras la luz y la repartes
transformada en racimo.

el que de ti reniega
que espere
un minuto, una noche,
un año corto o largo,
que salga
de su soledad mentirosa,
que indague y luche, junte
sus manos a otras manos,
que no adopte ni halague
a la desdicha,
que la rechace dándole
forma de muro,
como a la piedra los picapedreros,
que corte la desdicha
y se haga con ella
pantalones.
La vida nos espera
a todos
los que amamos
el salvaje
olor a mar y menta
que tiene entre los senos.
  

miércoles, 28 de noviembre de 2018

Reflexionar con Baruch Spinoza

Si nadie puede renunciar a su libertad de opinar y pensar lo que quiera, sino que cada uno es, por el supremo derecho de la naturaleza, dueño de sus pensamientos, se sigue que nunca se puede intentar en un estado, sin condenarse a un rotundo fracaso, que los hombres sólo hablen por prescripción de las supremas potestades, aunque tengan opiniones distintas y aún contrarias.

    

domingo, 25 de noviembre de 2018

Poesía: Alfonsina Storni

Un día…

Andas por esos mundos como yo; no me digas
que no existes, existes, nos hemos de encontrar;
no nos conoceremos, disfrazados y torpes
por los caminos echaremos a andar.
No nos conoceremos, distantes uno de otro
sentirás mis suspiros y te oiré suspirar.
¿Dónde estará la boca, la boca que suspira?
Diremos, el camino volviendo a desandar.
Quizá nos encontremos frente a frente algún día,
quizá nuestros disfraces nos logremos quitar.
Y ahora me pregunto… cuando ocurra, si ocurre,
¿sabré yo de suspiros, sabrás tú suspirar?

viernes, 23 de noviembre de 2018

Reflexionar con Empédocles

La fuerza que une todos los elementos para ser todas las cosas es el amor, también llamado Afrodita. El amor une elementos distintos en una unidad, para convertirse en una cosa compuesta. El amor es la misma fuerza que los seres humanos encuentran en el trabajo, cada vez que sienten alegría, amor y paz. La lucha, por otro lado, es la fuerza responsable de la disolución.

   

miércoles, 21 de noviembre de 2018

martes, 20 de noviembre de 2018

Poesía: Joumana Haddad

Llegarás

No llegarás de un camino menos peligroso
Pero llegarás
Un poco deshabituada
Pondrás tus maletas delante de la puerta
Antes de saludar
Y no llegarás
Hasta que no te pierda un poco
Hasta que algo de tu rostro
Huya hacia ese camino
Donde te esperan las paradas de tu fuga.

  

lunes, 19 de noviembre de 2018

Frases: Ida Vitale

Estar solo

Un desventurado estar solo,
un venturoso al borde de uno mismo.
¿Qué menos? ¿Qué más sufres?
¿Qué rosa pides, sólo olor y rosa,
sólo tacto sutil, color y rosa,
sin ardua espina?

viernes, 16 de noviembre de 2018

Frases: William Hazlitt

El hombre es el único animal que ríe y llora, porque es el único que percibe la diferencia entre lo que las cosas son y lo que deben ser.
  

jueves, 15 de noviembre de 2018

Poesía: Ida Vitale, Premio Cervantes 2018

La palabra infinito

La palabra infinito es infinita,
la palabra misterio es misteriosa.
Ambas son infinitas, misteriosas.
Sílaba a sílaba intentas convocarlas
sin que una luz anuncie su dominio,
una sombra señale a qué distancia de ellas
está la opacidad en que te mueves.
Van a algún punto del resplandor y anidan,
cuando las dejas libres en el aire,
esperando que un ala inexplicable
te lleve hasta su vuelo.

¿Es más que su sabor el gusto de la vida ?

  ( Ida Vitale )

miércoles, 14 de noviembre de 2018

Poesía: Francisca Aguirre


¿Quién sería el extraño que quisiera
conocer un paisaje como éste?
Desde fuera, la isla es infinita:
una vida resultaría escasa
para cubrir su territorio.

Desde fuera.

Pero Ítaca está dentro, o no se alcanza.
¿Y quién querría descender al fondo
de un silencio más vasto que el océano?
Silencio son sus habitantes,
silencio y ojos hacia el mar.

Desde fuera
las aguas son caminos
—desde la playa son sólo frontera—.
¿Y quién sería el torpe navegante
que entraría en un puerto sin faro?

Desde fuera, los dioses nos contemplan.

Desde aquí, no hay un pecho
capaz de cobijarlos:
los dioses son palabras; con el silencio, mueren.
¿Alguna vez la isla fue distinta?

Quién lo puede saber desde el aturdimiento.
Sin palabras, sin dioses, Ítaca es sólo el mar.

  

martes, 13 de noviembre de 2018

Reflexionar con Hannah Arendt

Necesidad y vida están tan íntimamente relacionadas, que la propia vida se halla amenazada donde se elimina por completo a la necesidad. Porque la eliminación de la necesidad, lejos de proporcionar de manera automática el establecimiento de la libertad, sólo borra la diferenciada línea existente entre libertad y necesidad. (Las modernas discusiones sobre la libertad, en las que ésta nunca se entiende como un estado objetivo de la existencia humana, sino que, o bien presenta un insoluble problema de subjetividad, de voluntad enteramente indeterminada o determinada, o se desarrolla a partir de la necesidad, señalan todas el hecho de que la objetiva y tangible diferencia entre ser libre y ser obligado por la necesidad ha dejado de captarse).
"La condición humana" (1958)
   

viernes, 9 de noviembre de 2018

Poesía: Dámaso Alonso

Gota pequeña

Gota pequeña, mi dolor.
La tiré al mar.
Al hondo mar.
Luego me dije: ¡A tu sabor
ya puedes navegar!

Más me perdió la poca fe...
La poca fe
de mi cantar.
Entre onda y cielo naufragué.

Y era un dolor inmenso el mar.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Frases: Friedrich Nietzsche

Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan.

     

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Reflexionar con Julio Cortázar

Instrucciones para subir una escalera

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Poesía: Pedro Salinas

Anoche se me ha perdido
en la arena de la playa
un recuerdo
dorado, viejo y menudo
como un granito de arena.
¡ paciencia ! La noche es corta.
Iré a buscarlo mañana...
pero tengo miedo de esos
remolinos nocherniegos
que se llevan en su grupa
- ¡Dios sabe adónde!- la arena
menudita de la playa.