miércoles, 28 de mayo de 2014

Reflexionar con...César Vallejo

 

Donde nunca llegaremos
Donde, aún sin nuestro pie
llegase a dar por un instante
será, en verdad, como no estarse.

Es ese un sitio que se ve
a cada rato en esta vida,
andando, andando de uno en fila.

Más acá de mí mismo y de
mi par de yemas, lo he entrevisto
siempre lejos de los destinos.

Ya podéis iros a pie
o a puro sentimiento en pelo,
que a él no arriban ni los sellos.

El horizonte color té
se muere por colonizarle
para su gran Cualquieraparte.

Mas el lugar que yo me sé,
en este mundo, nada menos,
hombreado va con los reversos.

-Cerrad aquella puerta que
está entreabierta en las entrañas
de ese espejo. -¿Esta? - No; su hermana.

-No se puede cerrar. No se
puede llegar nunca a aquel sitio
-do van en rama los pestillos.

Tal es el lugar que yo me sé.


martes, 20 de mayo de 2014

Cincuenteando

 

50 velas, 50 años. Cuando has recorrido, al menos en teoría, más de la mitad del camino es un buen momento para hacer un alto en el mismo y luego coger impulso de nuevo. No me gusta mirar atrás, prefiero vivir el presente y soñar el futuro, aunque no siempre sea fácil ni lo uno ni lo otro.
Tener la compañía de mi hijo durante casi la mitad de ese camino es mi mayor gloria y ya merece por ello el viaje en sí mismo. Sabes que algo de ti seguirá adelante con su propia personalidad pero con algo de tu esencia. Los años pasan con nosotros y delante de nosotros como en un timelapse donde se mezclan los buenos y los malos momentos pero eso es, en definitiva, la vida.
El pasado es simplemente eso: pasado y aunque pudiera haber hecho las cosas de otra forma, no me arrepiento de nada puesto que siempre hubo una razón para una acción, siempre hubo un motivo para una “no acción”. El presente lo es todo, aún con los altibajos de las circunstancias imprevisibles. Se hace difícil, en ocasiones, conjugar el presente y el futuro, la realidad y los sueños.
Como en un torno de alfarería, debemos moldear el presente con el barro que te proporciona la vida, que no siempre es de la mejor tierra, y proyectar esos deseos escondidos con tus manos para lograr un futuro lo más parecido a tus sueños.
Ahora tocaría volver a la simplicidad de las cosas, la potenciación de la realidad interior, la introversión en lugar de la  expansión – como decía Carl Jung-. Las prioridades personales y materiales se simplifican huyendo de los contextos complejos.
Ahora sé lo que quiero y a las personas que quiero. Ahora es el presente. Ahora es la proyección del mañana. Cincuenta es sólo un número, la referencia virtual de una etapa del camino.
 


viernes, 9 de mayo de 2014

Reflexionar con...Cuento oriental: La Farmacia

 

Nasrudín estaba sin trabajo y preguntó a algunos amigos a qué profesión podía dedicarse. Ellos le dijeron:
 -A ver Nasrudín... Tú eres un hombre muy capaz y sabes mucho sobre las propiedades medicinales de las hierbas. Podrías abrir una farmacia.
 Nasrudín volvió a su casa, le estuvo dando vueltas a la cuestión durante unos días, y finalmente se dijo: "Sí, es una buena idea, creo que soy capaz de ser farmacéutico". Claro que Nasrudín estaba pasando por una época en la que deseaba ser muy prominente e importante. "No solo abriré una farmacia que se ocupe de hierbas. Abriré un establecimiento enorme y produciré un gran impacto...".
           Entonces compró un local, instaló los estantes y vitrinas, y cuando llegó el momento de pintar la fachada colocó un andamio, lo cubrió con sábanas, y se puso a trabajar sin que nadie pudiera ver nada. A nadie le dejó ver cómo estaba pintando la fachada y qué nombre pondría a la farmacia.
Después de unos días distribuyo panfletos que decían: "Mañana es el gran día. Inauguración: mañana a las 9".
 
Todas las personas del pueblo y de los pueblos de los alrededores vinieron y se concentraron expectantes frente a la farmacia. A las 9 en punto salió Nasrudín y, con gesto teatral, sacó la sábana que cubría la fachada de la tienda. La gente que allí estaba vio un gran cartel que decía:
"FARMACIA CÓSMICA Y GALÁCTICA DE NASRUDÍN". Debajo, con letras más pequeñas: "Armonizada con influencias planetarias".
         La gran mayoría de personas que asistieron a la inauguración quedaron muy impresionadas. Aquel día hizo mucho negocio, la gente no dejaba de comprar. Por la tarde el maestro de la escuela del pueblo le visitó y le dijo:
-Francamente Nasrudín, estas afirmaciones que usted hace son un poco dudosas...
 
-¿Dudosas por qué? -respondió Nasrudín-.
 
-Eso de cósmica y galáctica, y armonizada con influencias planetarias, francamente...
 -No, no, no, no... -dijo Nasrudín- Todas las afirmaciones que yo hago sobre las influencias planetarias son absolutamente ciertas. Cuando sale el sol, abro la farmacia. Cuando el sol se pone, la cierro


lunes, 5 de mayo de 2014

Relato: Silencio y recuerdos

 

Miraba al mar en la buscada soledad de un amanecer de primavera recorriendo con el dedo al frente la línea del horizonte que marcaba el inicio de un nuevo día. Siempre fue rehén de sus propios silencios y ahora también adoptaba, a su pesar, los  silencios ajenos.
         Sólo se escuchaba el pequeño rugir de la marea alta contra las piedras de la orilla en una cantinela que agrandaba todavía más la ausencia de voces y sonidos…y su corazón que palpitaba con más ritmo del que debería en esas circunstancias pero, en ocasiones, los recuerdos actúan como la espita de un mecanismo que se pone en marcha sin remedio…
         Decía Bécquer que “la soledad es el imperio de la conciencia” y no le faltaba razón por cuanto sólo en ese estado podemos situarnos frente al conocimiento que tenemos de nosotros mismos y de nuestro entorno.  A veces, nos da miedo ese duelo y llenamos nuestro tiempo con ruido que enmascare el poderoso sonido del silencio.
         Seguía allí…buscando recuerdos entre su silencio o intentando silenciar sus recuerdos. No estaba seguro de la opción que estaba eligiendo. Sólo miraba a lo lejos, a un punto perdido entre las olas que se cruzan como si quisiera esbozar la silueta de un nuevo sueño…quizás otro día.