domingo, 26 de diciembre de 2021

Frases: Samuel Johnson


Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustrada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción.

lunes, 20 de diciembre de 2021

Cuento Zen; ¿Donde dejaste tu paraguas?

 
Los estudiantes de Zen permanecen con su maestro al menos diez años antes de poder enseñar a otros. Nan-in fue visitado por Tenno, el cual tras haber superado su periodo de aprendizaje, se había convertido en profesor.  

El día estaba lluvioso, así que Tenno calzaba zuecos y llevaba paraguas. Después de darle la bienvenida, Nan-in le dijo: “Supongo que has dejado tus zuecos en la entrada. Me gustaría saber si tu paraguas esta a la izquierda o a la derecha de los zuecos". 

Tenno, confundido, no supo que decir. Se dio cuenta de que no podia mantener su Zen consigo cada minuto. Se hizo alumno de Nan-in y estudio seis años mas para alcanzar su Zen en-cada minuto. 

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Feliz Navidad 2021


La tortuga puede hablar más del camino que la liebre (Gibran)

Sé como la tortuga. Disfruta de estas fiestas con calma y prudencia, saboreando sin prisas el placer de las cosas simples y sin tiempo.

Aunque sea un solo día, quítate el reloj, apaga el móvil, desconecta el televisor...y recupera las charlas entre risas, la lectura de un buen libro, tu canción favorita, contemplar un paisaje, una conversación amigable, la mirada de una exposición, el encuentro de unos ojos cómplices...vive, disfruta porque la navidad es la excusa perfecta para ello.

Feliz Navidad y esperanza en un nuevo año.

martes, 7 de diciembre de 2021

Un cuento para reflexionar


Un hombre cercano ya a la muerte fue a ver a un maestro para preguntarle: 

-Hombre sabio, dime cuál es la diferencia entre cielo e infierno. 

-Veo una montaña de arroz humeante y sabroso, y alrededor una muchedumbre de hambrientos. Sus palillos son más largos que sus brazos, así que cuando prenden la comida, no pueden llevársela a la boca y son víctimas de la frustración y el sufrimiento.

Ese es el infierno -contestó el maestro. 

-¿Y el cielo? -volvió a preguntar el viejo. 

-Veo una montaña de arroz humeante y sabroso, y alrededor una muchedumbre alegre. Sus palillos son más largos que sus brazos, pero han decidido, al prender la comida, dársela los unos a los otros.

Ese es el cielo.