martes, 14 de octubre de 2025

Frases: Steve Jobs


Tu trabajo va a suponer gran parte de tu vida, y la única forma de estar plenamente satisfecho es creer que se trata de un gran trabajo. El único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Si aún no lo has encontrado, sigue buscando. No te conformes. Como sucede con todos los asuntos del corazón, cuando lo hayas encontrado te darás cuenta


viernes, 3 de octubre de 2025

3 octubre (Día Internacional de la Sonrisa)


La Sonrisa del Anciano

En la plaza del pueblo, donde el tiempo parecía haberse detenido entre las viejas farolas y los bancos desgastados, se sentaba un anciano. Su rostro, surcado por mil arrugas, era un mapa de la vida vivida, pero su característica más distintiva era la sonrisa que a menudo iluminaba sus ojos, una sonrisa que nacía no de la alegría efímera, sino de una profunda paz.

Un día, mientras el sol de la tarde acariciaba el rostro del anciano, una niña curiosa se acercó a él. Su rostro estaba marcado por la impaciencia y la prisa del mundo moderno, y no entendía por qué aquel hombre podía sonreír con tanta serenidad.

"¿Por qué sonríes siempre?", le preguntó la niña, casi como una acusación.

El anciano levantó la mirada, y sus ojos brillaron. "Porque he aprendido a ver la belleza incluso en las pequeñas cosas", respondió con voz suave. "Una flor que se abre a pesar del asfalto, el canto de un pájaro al amanecer, la calidez de un rayo de sol en un día nublado... cada una es una sonrisa del universo, y yo simplemente la devuelvo con la mía."

La niña se quedó pensativa. Siempre había estado tan ocupada con las cosas importantes, con los problemas y las prisas, que nunca se había detenido a observar. 

El anciano continuó: "Verás, la vida a veces nos da golpes, nos llena de tristezas, pero si miras bien, siempre hay una pequeña sonrisa escondida esperando a ser encontrada. Es nuestro deber no solo encontrarla, sino también ofrecer la nuestra para que el mundo sea un lugar más amable".

Desde ese día, la niña empezó a ver de otra manera. Buscaba esas pequeñas sonrisas escondidas en el mundo, y poco a poco, en los rincones de su corazón, la semilla de la serenidad del anciano comenzó a florecer, devolviendo una sonrisa genuina al mundo.

viernes, 5 de septiembre de 2025

Poesia: Mario de Andrade


Mi alma tiene prisa
(Poema Golosinas)


Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...

Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces: los primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.

Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.

Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.

No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.

No tolero a manipuladores y oportunistas.

Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.

Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.

Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.

Quiero la esencia, mi alma tiene prisa...

Sin muchos dulces en el paquete...

Quiero vivir al lado de gente humana, ...muy humana.

Que sepa reír de sus errores.

Que no se envanezca con sus triunfos.

Que no se considere electa, antes de la hora.

Que no huya, de sus responsabilidades.

Que defienda, la dignidad humana.

Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.

Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.

Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas...

Gente a quienes los golpes duros de la vida, le enseñaron a crecer con toques suaves en el alma.

Sí...
tengo prisa... -por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.

Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan...

Estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.

Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.

Tenemos dos vidas y, la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una...

lunes, 21 de julio de 2025

Poesía: Antonio Machado


Noche de verano

Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra, evónimos y acacias
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena blanca.
En el cénit, la luna, y en la torre,
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma.
 

martes, 8 de julio de 2025

Poesía: Gabriela Mistral


Verano, verano rey,
del abrazo incandescente,
sé para los segadores
¡dueño de hornos ! Más clemente.

Abajados y doblados
sobre sus pobres espigas,
ya desfallecen. ¡Tú manda
un viento de 
alas amigas !

Verano, la tierra abrasa :
llama tu sol allá arriba ;
llama tu granada abierta ;
y el segador, llama viva.

Las vidas están cansadas
del producir abundoso
y el río corre en huída
de tu castigo ardoroso.

Mayoral rojo, verano,
el de los hornos ardientes,
no te sorbas la frescura
de las frutas y las fuentes...

¡Caporal !, echa un pañuelo
de nube y nube tendidas,
sobre la vendimiadora,
de cara y manos 
ardidas !
 

miércoles, 18 de junio de 2025

Recordando del blog: Noha


Los taburetes de los últimos bares de la madrugada eran demasiado altos para él, trás aquellas copas que nunca debió tomar, así que encaminó sus pasos, no siempre en línea recta, hacia ningún lugar, buscando que el destino lo llevara lejos, de todo y de todos.

Mientras caminaba, junto a los escaparates navideños de la ciudad, se vió reflejado en uno de ellos y no pudo menos que sonreir tristemente recordando quién era años atrás, cuando todavía el hombre que habitaba en su cuerpo luchaba por sobrevivir en una realidad cambiante. ¡ Qué lejos esa imagen que se le venía a la memoria de la actual !  Ahora, ni siquiera sabía si podía articular palabra sin errar, pues el silencio había invadido cada instante de su vida.

El idioma no era indispensable en la calle, donde la soledad le había acostumbrado a callar, a seguir un ritual de gestos y mímica que le permitían seguir en su buscado silencio; para qué molestarse en hablar sin nadie te escucha  - pensaba para sí mismo – porque pensar era su pasatiempo preferido y el que le permitía realizar todos esos sueños escondidos en su interior, el que hacía posible que, aunque sea por momentos, pudiera encauzar su vida, cambiarla a su antojo.
 Era tan fácil hilvanar uno mismo su propia existencia como si de una película se tratara, pero hasta los pensamientos tienen un final y siempre había que volver al mundo real que le cobijaba, aquel  en el que vivía para suerte suya, aunque ya lo dudara,y para desgracia de los demás como siempre había supuesto.
Había tenido un nombre en su momento pero no lo recordaba aunque aquellas pocas personas que le conocían: la vieja ramera del bar que frecuentaba cuando los institos aparecían, el cocinero del albergue donde, en ocasiones, le daban algo de comida y aquellos vagabundos con los que se cruzaba en las noches oscuras; esa gente le llamaban Noha, en un bautizo pagano con las primeras sílabas de dos palabras que le dedicaban cuando lo veían: “No habla”

De todas maneras, era un nombre ficticio que solo servía de referencia a quienes así lo llamaban, pues el nunca contestó a ese ni a ningún otro. Siempre hizo caso omiso a los demás , por lo menos, desde aquel recuerdo que le taladraba la mente en las frias horas de la madrugada. Ni siquiera cuando el raciocinio que le quedaba se afanaba en hacerle comprender la lógica de una huida al infinito – había mil maneras de saltar en marcha de este tren vital – hacía caso a tales sugerencias; es más, se aferraba con más fuerza a la agonía lenta de la vida como si sintiera en su interior que debía pagar por un error pasado.

Sólo el mar y el cielo podían vanagloriarse de ser sus interlocutores porque en su inmensidad no necesitaban de las palabras para expresar sentiemientos y emociones, porque podía conectar con ellos en su corazón silente sin que nadie turbara la paz de esa comunicación, salvo el rumor de las olas o la lluvia empapando su cuerpo.

El contínuo embate, duro y sin complicaciones, del devenir diario terminó por ahogar el pequeño grito de esperanza que parecía surgir de aquel corazón solitario, fue como un caminar hacia un triste final conocido de antemano. Prefirió morir poco a poco, dejando retazos de su alma en cada lugar, en cada esquina, en cada día arrancado al destino.
Nadie lo vió partir hacia la arena. Nadie lo vió llorar junto al agua, mezclando sus lágrimas con la mar salada que le acariciaba. Nadie pudo ver la foto amarillenta que escondía en su mano cerrada. Nadie sintió el dolor de su pecho al recordar. Nadie lo vió morir, ni siquiera él se dio cuenta.

Paradojas del destino. El, que vivió en el más absoluto anonimato, salía en la prensa al día siguiente con una foto reclamando su conocimiento. Nadie llamó, nadie lo conocía, nadie lo recuerda y, sin embargo,alguien le llora, empapando el periódico con lágrimas resecas dedicándole, a su pesar, un último pensamiento.
Noha ya no existe. Hace tiempo que no existía…nadie lo conocía ya. Sólo ella porque, aunque en un tiempo lejano, ella le amó.

lunes, 9 de junio de 2025

Recordando del blog: el espejo


Se miró al espejo… escrutándose en cada parte de su cuerpo, en cada mueca. No se reconocía por más que pusiera empeño en recordar lo que era, o lo que quería ser. Le costaba hasta reconocer su nombre en otros labios que no fueran los suyos.

El paso de los años había tejido una telaraña a su alrededor que envolvía suave y fuerte a la vez cualquier intento de traspasarla como una frontera invisible que la separaba del exterior. Sus palabras eran un torrente eterno que solo disimulaban sus propios silencios. Se reconocía en sus errores pero poco hacía para cambiar su actitud de vida, quizás por la inercia de años.

Era el momento del cambio…lo sabía, pero justamente eso le impedía dar ese primer paso que llevaría a un camino sin retorno, donde la aventura es la única brújula que marque su destino.

Miró de nuevo al espejo y se reconoció al mirarse a los ojos porque sólo ella sabía lo que escondía tras sus pupilas.

De repente, en un acto instintivo, se descalzó y el tacón de su zapato rojo le sirvió para de un golpe seco romper en pedazos un cristal que expandió sus reflejos y sus miedos por toda la habitación.

Y entonces supo que ese era el primer paso.

miércoles, 28 de mayo de 2025

Reflexionando


Nunca es demasiado tarde para ser quien quieras ser

(extracto de “El curioso caso de Benjamín Button”)

Nunca es demasiado tarde, o en mi caso demasiado pronto, para ser quien quieras ser.
No hay límite en el tiempo, empieza cuando quieras,
puedes cambiar o no hacerlo no hay normas al respecto.
De todo podemos sacar una lectura positiva o negativa, espero que tu saques la positiva.
Espero que veas cosas que te sorprendan;
espero que sientas cosas que nunca hayas sentido;
espero que conozcas a personas con otro punto de vista;
espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa;
y si ves que no es así,
espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo.
 

viernes, 23 de mayo de 2025

Frases: Albert Ellis


Hay tres frases que nos impiden avanzar: tengo que hacerlo bien, me tienes que tratar bien y el mundo debe ser fácil.

lunes, 12 de mayo de 2025

Reflexionar con Byung-Chul Han


Toda edad tiene sus aflicciones propias. Así, existió una era bacteriana; a más tardar, terminó con el descubrimiento de los antibióticos. A pesar del temor generalizado de una epidemia de influenza, no estamos viviendo en una era viral. Gracias a la tecnología inmunológica, ya la hemos dejado atrás. Desde un punto de vista patológico, el incipiente siglo XXI no está determinado ni por las bacterias ni por los virus, sino por las neuronas. "Las enfermedades neurológicas como la depresión, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno límite de la personalidad (DBP) y el síndrome de agotamiento marcan el paisaje de la patología a principios del siglo XXI.


martes, 22 de abril de 2025

Cuento: Dos hombres


Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. A uno se le permitía sentarse en su cama cada tarde, durante una hora, para ayudarle a drenar el liquido de sus pulmones. Su cama daba a la única ventana de la habitación. El otro hombre tenia que estar todo el tiempo boca arriba.

Los dos charlaban durante horas. Hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia en el servicio militar, donde habían estado de vacaciones…. Y cada tarde, cuando el hombre de la cama junto a la ventana podía sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver desde la ventana.
El hombre de la otra cama empezó a desear que llegaran esas horas, en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas las actividades y colores del mundo exterior.

La ventana daba a un parque con un precioso lago, patos y cisnes jugaban en el agua, mientras los niños lo hacían con sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano, entre flores de todos los colores del arco iris. Grandes árboles adornaban el paisaje, y se podía ver en la distancia una bella vista de la línea de la ciudad.
Según el hombre de la ventana describía todo esto con detalle exquisito, el del otro lado de la habitación cerraba los ojos e imaginaba la idílica escena.


Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describió un desfile que estaba pasando. Aunque el otro hombre no podía oír a la banda, podía verlo, con los ojos de su mente, exactamente como lo describía el hombre de la ventana con sus mágicas palabras.
Pasaron días y semanas. Una mañana, la enfermera de día entro con el agua para bañarles, encontrándose el cuerpo sin vida del hombre de la ventana, que había muerto placidamente mientras dormía. Se lleno de pesar y llamo a los ayudantes del hospital, para llevarse el cuerpo. Tan pronto como lo considero apropiado, el otro hombre pidió ser trasladado la cama al lado de la ventana. La enfermera le cambió encantada y, tras asegurarse de que estaba cómodo, salió de la habitación. Lentamente, y con dificultad, el hombre se irguió sobre el codo, para lanzar su primera mirada al mundo exterior; por fin tendría la alegría de verlo él mismo. Se esforzó para girarse despacio y mirar por la ventana al lado de la cama…y se encontró con una pared blanca.
El hombre preguntó a la enfermera qué podría haber motivado a su compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana.
La enfermera le dijo que el hombre era ciego y que no habría podido ver ni la pared, y le indico:
«Quizas solo quería animarle a usted».
(Autor desconocido)