lunes, 22 de septiembre de 2014

Silencios


 

 

        Olas diminutas son mecidas y arrastradas hacia la orilla por una suave marea dejando tras de sí un tintineo casi imperceptible como una piscina que rebosa despacio. El silencio sólo es roto por el vuelo de una avioneta que despega desde un aeródromo cercano.
         Siempre me ha sobrecogido la soledad y el silencio que asoma esa ventana al infinito de un mar en calma que se pierde en el horizonte de nuestra vista. Son de esos silencios que emocionan, que despiertan las palabras mudas en la garganta y que disparan fotogramas visuales sin objetivo. Silencios que hablan a gritos que sólo oímos en nuestro interior.
         Agua con agua…sal con sal.

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