domingo, 23 de octubre de 2016

Día Internacional de las Bibliotecas

La biblioteca 

El aire es allí diferente.

Está erizado todo por una corriente

Que no viene de este o aquel texto,

Sino que los enlaza a todos

Como un círculo mágico.

El silencio es allí diferente.

Todo el amor reunido, todo el miedo reunido,

Todo el pensar reunido, casi toda la muerte,

Casi toda la vida y además todo el sueño

Que pudo despejarse del árbol de la noche.

Y el sonido es allí diferente.

Hay que aprender a oírlo

Como se oye una música sin ningún instrumento,

Algo que se desliza entre las hojas,

Las imágenes, la escritura y el blanco.

Pero más allá de la memoria y los signos que la imitan,

Más allá de  los fantasmas y los Ángeles que copian la memoria

Y desdibujan los contornos del tiempo,

Que además carece de dibujo,

La biblioteca es el lugar que espera.

Tal vez sea la espera de todos los hombres,

porque también los hombres son allí diferentes.

O tal vez sea la espera de que todo lo escrito

Vuelva nuevamente a escribirse,

Pero de alguna otra forma, en algún otro mundo,

Por alguien parecido a los hombres,

Cuando los hombres ya no existan.

O tal vez sea tan solo la espera

De que todos los libros se abran de repente,

Como una metafísica consigna,

Para que se haga de golpe la suma de toda la lectura,

Ese encuentro mayor que quizá salve al hombre.

Pero, sobre todo, la biblioteca es una espera

Que va más allá de letra,

Más allá del abismo.

La espera concentrada de acabar con la espera,

De ser más que la espera,

De ser más que los libros,

De ser más que la muerte.

                      (Roberto Juarroz)

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