Día Mundial de la Poesía

 

 



Mañana es el Día Mundial de la Poesía. Así declaró la UNESCO al 21 de marzo desde el año 1999 en su 30º reunión en París. En el mensaje de su directora dice “La poesía es una de las expresiones más puras de la libertad de la lengua. Es un elemento constitutivo de la identidad de los pueblos; encarna la energía creativa de la cultura en su facultad de renovarse sin cesar”.

 La poesía como concepto posibilita muchas definiciones y todas serían verdaderas porque parte de un sentimiento intrínseco, de una forma personal de ver la vida o sus variantes y contarla. Como decía Luis García Montero es “un ajuste de cuentas con la realidad”, un camino de enfrentamiento con esa realidad que describimos con nuestra óptica, a través del tamizado de nuestra personalidad.

 Decía el insigne Lorca que la poesía es “la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio”, quizás porque son sólo palabras que individualmente carecen de significado propio y hasta de musicalidad pero que en el conjunto de su unión dan como resultado la belleza misteriosa de un mensaje.

La poesía no está muerta ni es algo cursi. Su lectura agranda nuestra alma haciendo brotar de ella los más bellos sentimientos, al igual que puede sacudir nuestras conciencias y más en estos tiempos de inestabilidad porque como dijo Gabriel Celaya “la poesía es un arma cargada de futuro”. Está más viva que nunca y seguirá siendo eterna. Lo decía Bécquer: “No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira; podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía”.

 La poesía siempre me ha acompañado en mis inicios como lector e inclusive me he aventurado en sus entrañas con mi alma curiosa de sus entresijos y amándola como el mejor antídoto contra la melancolía.

Sirva este breve poema como un pequeño homenaje en este día.

 

 

 

El abrazo

Sentada tú, la puerta entreabierta;

De pie yo, junto a la ventana

mientras flota en el aire la palabra vana

que cubre la duda cierta.

 

Se cruzan entre palabras las miradas,

se salen los corazones por la boca,

se despiertan las almas adormiladas,

de deseo se convierte en lava la roca.

 

Nuestros corazones lanzan puentes,

nuestras manos están latentes,

yo siento, tú sientes

ese abrazo inexistente.