martes, 17 de septiembre de 2013

Dicha Vs. Felicidad

 

Tengo una amiga que nunca utiliza la palabra “felicidad” y en su lugar usa el vocablo “dicha”. Creo, aunque nunca se lo he preguntado, que teme la palabra felicidad por el significado absoluto que le hemos dado a dicha palabra en nuestras vidas. Si nos vamos a sus acepciones académicas resulta que vienen a ser lo mismo y con un mismo origen del latín. Ahora bien, si dicha es felicidad y ésta es el estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien, resulta que el primer concepto, aún siendo sinónimo, puede ser anterior al segundo. Sea como fuere, está claro que no son una constante ni una meta.
            La felicidad no es un estadio que podamos alcanzar ni una meta a la que podamos llegar. Es un camino, un deseo, una intención. La felicidad viene dada por los momentos en que percibimos esa sensación de dicha. Es un estado de ánimo que depende de los sujetos que la experimentan pues no hay un concepto uniforme para definirla; Inclusive podemos encontrar felicidad en situaciones en la que somos infelices pues la dicha que sentimos no está en nosotros mismos sino en aquellas personas en las que queremos aunque ello conlleva nuestra propia desdicha.
            Para Voltaire la felicidad era una idea abstracta íntimamente relacionada con el placer y la dicha suponía la sucesión de placeres continuados por lo que la ponía en un escalón más alto. Y para el Budismo como explica Osho la felicidad depende de elementos exteriores que la conforman y le dan su carácter de temporalidad mientras que la dicha es un estado de paz interior y transcendental sin dependencia de estímulos externos.
            En ambos casos parece que la dicha está en un estadio superior de bienestar, así que debemos perseguir la dicha como meta, que es el camino en sí mismo, pero sólo lo podemos hacer a través de la felicidad de los momentos.
            Seamos felices aprovechando el momento que dura y persigamos la quimera de la dicha. Felices o dichosos…seamos lo que queramos ser.


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