sábado, 15 de octubre de 2011

el placer de lo simple

Ahora que acaba un etapa donde la dedicación y el trabajo no tenía horario, es cuando te das cuenta de las cosas simples que había dejado de hacer: un buen libro, una película compartida, un paseo con uno mismo, etc. Sólo desde los actos simples podemos profundizar en nosotros y abrirnos luego a los demás. Vuelvo a redescubrir situaciones y momentos que tenía olvidados y que ahora aparecen con más fuerza; incluso los sentimientos son más profundos en todos los aspectos.

Comparto este video, donde una chica sorda descubre el sonido.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=LsOo3jzkhYA

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